La pasión por el Rally Transmontaña no entiende de distancias y menos de sacrificios. Pilotos de distintas partes de Latinoamérica se hicieron presentes en San Pedro de Colalao para vivir una tarde inolvidable sobre dos ruedas. Si bien los argentinos fueron multitud en el prólogo, también hubo paraguayos y uruguayos, entre otros. Justo en una semana en la que se habló demasiado acerca del Mundial 2030.
A pesar de que este deporte no tiene nada que ver con el fútbol, se la vivió con la misma intensidad y pasión que se merecen estos tipos de competencias.
“Aquí hay montañas largas, con amplias subidas. El clima es más seco y correr en estás condiciones es un privilegio. Venimos a disfrutar, más allá del resultado. Sentí mucha adrenalina, fue algo muy intenso y con lindos obstáculos. Estamos contentos de venir a participar a esta gran fiesta”, aseguró el paraguayo Marco Facetti Doria, que estuvo a nada de ausentarse. “Vengo de una cirugía en la muñeca y estuve seis meses sin andar en moto. Regrese hace menos de un mes, entonces la idea es regular, ir entrando en ritmo y ver qué pasa”, advirtió.
El piloto de 40 años disputó el prólogo junto a otro “guaraní” Igor Hoberuk, un apasionado por los motores. “A Marco lo conocí a través de las motos. Anduvimos mucho tiempo juntos y el ahora representa la misma marca que yo. Pero, esta pasión nació por otro amigo que me invitó a andar en moto. Al principio me negaba, yo andaba en un cuatriciclo y me daban mucho miedo las motos”, dijo Hoberuk que explicó cómo abandonó ese temor. “Las veía muy peligrosas. Luego, probé y me di cuenta que era todo lo contrario. Las considero mucho más seguras, pero me canso bastante. Esta vez estuve toda la vuelta puntero y lo sentí sobre el final”, agregó el piloto que tenía sobre su manga izquierda estampada la bandera “albirroja”.
Por su parte, Johnny Bertolo y Juan Kent salieron a comerse el circuito con el objetivo de lograr el podio. Los uruguayos finalizaron el prólogo entre gritos de alegría y pedidos de oxigeno. Claro, jamás se imaginaron que les iba a costar tanto sacrificio terminar las cinco vueltas.
“El año pasado había sido un prólogo un poco más largo y menos intenso. Este año fue muy cansador”, llegó a decir Kent luego de pedir unos minutos para descansar. “Hay muchos obstáculos muy cerca, entonces no te permite parar. Mañana será otra carrera, ya que ahí hay obstáculos naturales y es totalmente diferente”, advirtió el piloto que descansó apoyado sobre su moto y aprovechó un instante para acercarse a la pista y alentar a sus compatriotas.
En tanto que a su lado, Bertolo no podía ocultar su emoción. En voz alta, el uruguayo de 40 años relataba toda su alegría al palpitar su primera carrera. “Estamos encantados, la gente es muy cercana. Se respira mucho la pasión por las motos, es la primera vez que vengo. Además, también es mi primera carrera. Soy aficionado y nunca corrí”, advirtió el “yorugua”, que reside en España y es fanático del surf. “Tengo mi moto allá en España y ando bastante. Me dijeron que venga en octubre para el Transmontaña y aquí estamos. Me esperaba esto, es un terreno muy seco y montañoso a excepción del otro día que llovía”, advirtió.
Tanto paraguayos como uruguayos coincidieron que venir al país, es un orgullo. Además, también se refirieron a la delicada situación económica con la que se encontraron. “A nosotros hoy en día nos conviene, por eso de alguna manera nos salen más barato las cosas acá. Sabemos que no están pasando por un buen momento, pero de todas formas cómo países vecinos y amigos, siempre les deseamos lo mejor. Contentos de dejar acá nuestro granito de arena”, concluyó Hoberuk.